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Hospital Santa Maria della Scala

Este hospital fue uno de los primeros de Europa. Ubicado en la ciudad Siena de la Toscana, estuvo en funcionamiento por casi 900 años, desde 1090 hasta el 1900.

Se encuentra enfrente de la hermosa Catedral de Siena y conserva extraordinariamente intactas las evidencias de mil años de historia, con un recorrido que inicia desde la época etrusca y romana hasta la Edad Media e inclusive el Renacimiento.

En la principal ruta de peregrinación hacia Roma, fue construido para albergar a los peregrinos que viajaban por la Via Francigena y para ayudar a los niños desfavorecidos y abandonados.

Supo contar con propiedades agrícolas llamadas "grance" en diferentes zonas del país. Han tenido en Val d'Orcia, Val d'Arbia (Grancia di Cuna), en la zona de Masse, en Creta y Maremma. Por casi cinco siglos, estos lugares fueron la fuente de sustento del Hospital de Santa Maria della Scala, hasta que se ordenó su enajenación en la segunda mitad del siglo XVIII.

En la ubicación de nuestro viñedo, se encuentra la estructura de un anexo fundamental del hospital. Entre esas paredes, se le brindaba cuidado a los peregrinos y fueron cuidadas y curadas miles de personas. Es por esto que hemos decidido convertirlo en nuestra cava, donde cuidamos y criamos nuestros vino.

En el interior del hospital, se puede admirar la extraordinaria Sala de la Peregrinación, con frescos del siglo XV, en los cuales también trabajó Domenico di Bartolo, que representan las misiones del hospital y la vida cotidiana de la época, como la distribución de la limosna o bien la recepción y el matrimonio de un huérfano que ha vivido en el hospital.

Hoy en día no opera más, desde 1995 que es un museo. Poco a poco fueron abriéndolo al público y renovando el lugar para poder exhibirlo como museo. Cuenta con diferentes reliquias que les fueron donando, incluyendo parte del ceñidor de la Virgen María y su velo, posiblemente para estimular los viajes de los peregrinos, los santos Agustín y Marcelino, y un clavo de la cruz de Cristo. Está repleto de arte, frescos con escenas católicas y retablos.